Como la organización gremial de profesionales más importante en México que representa a los ingenieros especializados en minería, metalurgia y geología del país, con base en las investigaciones hechas por un grupo de socios expertos en contaminación, hacemos un reconocimiento público a Grupo México por la respuesta eficaz y comprometida que ha mantenido tras la contingencia generada por el accidente ocurrido en los Ríos Bacanuchi y Sonora.

Para ello, les describimos algunos detalles del evento ocurrido el día 6 de agosto y las acciones inmediatas y posteriores que ha mantenido Grupo México en la zona.

El accidente ocurrió en el sistema para la contención de soluciones de lixiviado de cobre conocido como Tinajas 1, que es parte de las nuevas obras de ampliación de la mina Buenavista del Cobre en Cananea, en donde una filtración causada entre otros factores, por un defecto de sellado de la tubería de dicho represo, derramó una cantidad estimada en 40 mil metros cúbicos de solución acidulada de sulfato de cobre, que no pudo ser contenida por el sistema de bombeo debido a que se encontraba en proceso de instalación, siguió la orografía natural de la cuenca, llegó hasta el Río Bacanuchi y posteriormente al Río Sonora.

Es importante resaltar que durante los meses de julio, agosto y septiembre se presentaron en la zona de Cananea y el Estado de Sonora, lluvias inusuales que causaron inundaciones y deslaves en cerros, lo que contribuyó al aumento de volumen de solución en el represo.

La Empresa implementó de inmediato medidas de contención y reparación ambiental, como el suministró de lechada de cal para neutralizar la solución ácida y la construcción de un dique de contención que se terminó el día 7 de agosto. Estas medidas ayudaron notablemente a mitigar el problema.

Los resultados del monitoreo del agua en los ríos y pozos, presentados recientemente por las autoridades indican que los metales aportados por el lixiviado derramado estuvieron presentes solamente en forma soluble en las aguas superficiales durante los primeros cuatro días después del evento. Los resultados de laboratorios de expertos, indicaron que las aguas del río tienen valores de 6.5 de pH, por ello las autoridades liberaron los pozos de los siete municipios que fueron cerrados de manera preventiva, determinando que el agua es apta para uso de consumo humano, agrícola y pecuario.

Según datos recabados en las agendas de la Compañía y de las Autoridades, es muy destacado que desde el día 8 de agosto y derivado del cierre preventivo de los pozos, la empresa ha realizado un programa de abastecimiento de agua potable a las poblaciones ribereñas afectadas y ha mantenido una cercanía con los pobladores de los municipios, escuchando sus demandas y resolviendo las afectaciones relacionadas con la contingencia.

El abastecimiento de agua potable y para consumo humano lo realizaron a través de 10 centros de distribución y 2 macrocentros de acopio, un estimado de 11 mil viajes de 80 pipas certificadas, la entrega de 25 mil garrafones de agua, así como la instalación de tanques estacionarios y planta purificadora, que hasta el momento suman más de 165 millones de litros de agua entregados; además de que habilitaron 58 escuelas en la zona con tinacos de alta capacidad e infraestructura hidráulica para que 8 mil niños ingresaran a clases. También se generaron empleos temporales para cerca de mil pobladores relacionados con la distribución de agua y limpieza del río.

Otra acción bien reconocida es que Grupo México completó la limpieza física del 100% de los ríos, asignando para ello un equipo especial de más de mil cien trabajadores en cuadrillas de 20 a 40 personas, acompañados de expertos ambientalistas, biólogos, médicos. Todos ellos estuvieron coordinados con la autoridad competente, quienes verificaron el cuidado de esta labor realizada con palas y carretillas para mantener un extremo cuidado de la flora, fauna y del cauce natural de los ríos, mismos que se limpiaron de cualquier sedimento afectado en los márgenes de los 250.4 kilómetros de longitud. Este meticuloso trabajo de limpieza implicó, en algunos casos, trazar caminos para llegar a parajes inaccesibles, y la utilización de caballos o cuatrimotos para que las cuadrillas pudieran acceder. Las 6 mil toneladas de material recuperado fueron trasladadas de manera segura a la presa de jales de la mina Buenavista del Cobre. Cabe destacar que no existe precedente en México de la limpieza de un río de esta magnitud.

Para garantizar que cualquier daño relacionado estuviera cubierto, a partir del 15 de septiembre y en acuerdo con el Gobierno Federal, Grupo México estableció un Fideicomiso dotado con dos mil millones de pesos y encabezado por un Comité Técnico para la remediación ambiental y la reparación de los daños causados a la población. Cabe resaltar que los elementos de remediación aplicados por la autoridad para la reparación del daño están suscritos a la ley, y que Grupo México ha actuado en todo momento en estricto apego a las acciones dictadas por las diferentes autoridades relacionadas.

La autoridad ya ha hecho pública la apertura de los pozos en los municipios y ha avalado la limpieza de los ríos, mientras continúa con la entrega de cheques a los pobladores por las afectaciones relacionadas. Hasta el momento no tenemos reportes serios y sustentados de afectación directa a la salud de los pobladores, deceso de animales o la vida en los ríos, por lo que respaldamos el caso como una referencia de responsabilidad ambiental, social e industrial por las acciones tomadas por Grupo México.

Confiamos en la capacidad de la industria minera mexicana para seguir impulsando el desarrollo de las comunidades mineras y como un pilar fundamental y permanente del crecimiento de México.

Atentamente,

El Consejo Directivo Nacional de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, A. C.